La vida de Donoso, su historia tangible, observable, su desenvoltura social, no es tan sorprendente ni digna de destacar como lo es su valioso mundo interno que plasmó íntegra y transparentemente en su obra y al que nosotros, sus lectores, tenemos el privilegio de acceder, además, a través de sus diarios que son, hoy en día, de acceso público.
sábado, 29 de agosto de 2015
Crítica: La puerta cerrada
La puerta cerrada es un cuento escrito por José Donoso y publicado junto con otros cinco cuentos en su cuentario "El Charleston". José Donoso fue un famoso escritor, profesor y periodista chileno perteneciente al llamado ”boom latinoamericano” de los años ‘60 y ‘70. Se le considera miembro de la llamada “Generación de los 50″ chilena, por lo que sus obras están caracterizadas por una común intención de denunciar, a través de la ficción novelesca, la decadencia de las clases aristocráticas y la alta burguesía. Además, José Donoso, tiene una visión de mundo realista, por lo que en sus obras trata de reflejar objetivamente los rasgos característicos de una época, los lugares, los tipos humanos, las causas y los efectos de un determinado hecho, etc.
El cuento narra la historia de Sebastián Rengifo, quién nació con el don de dormir cuando y donde él quisiera. Cuando era un niño, Sebastián decía que dormía por la simple razón de que le gustaba hacerlo; al ir creciendo se dio cuenta que dormía con la finalidad de recordar lo que había tras "la puerta cerrada" (es decir, recordar lo que soñaba), ya que lo que se encontraba ahí lo hacía realmente feliz.
Considero que este cuento consta con infinitos aspectos positivos; partiendo por la particular y mágica forma en que narra el autor, la cual transmite una infinidad de sentimientos y sensaciones al lector. También destacaría la historia en sí, puesto que es bastante original y deja mucho que pensar e interpretar.
En cuanto a lo que son los aspectos negativos, diría que carece de estos, sin embargo, existe un pequeño detalle que no puedo pasar por alto: el final, siento que la historia comenzó muy lento y terminó demasiado rápido, dejando ciertas cosas en el aire, cosas que, en lo personal, me dejaron "marcando ocupado". Me hubiese gustado un final que revelara un poco más de información acerca de lo que se encontraba tras "la puerta cerrada", en vez de un final que deje tanto para la imaginación.
Cuando comencé a leer este cuento me "enganché" al instante; fue tan perfecta la narración y fueron tan fuertes los sentimientos que esta produjo que me obligué a mí misma a no interrumpir mi lectura y leer hasta el final. Por esto mismo, recomendaría que todo ser humano leyera este cuento, ya que, a pesar de no tener el mejor final, tiene una historia bastante original que todos deberían disfrutar e interpretar a su manera.
Contexto histórico de José Donoso
La expansión de las ciudades y de las oportunidades educativas provocó que una creciente clase media de profesionales y estudiantes universitarios leyeran muchas novelas de ciertos autores con quienes compartían ideales de transformación radical de las estructuras sociales. Este entusiasmo se confirmaba con el éxito de la revolución cubana en 1959, que ayudó a esparcir por el continente un espíritu "latinoamericanista" que trascendía las fronteras nacionales y buscaba crear una conciencia de cambio político en las masas.
En los años '70 tanto la poesía, la pintura y la novela habían creado una conciencia “latinoamericanista” y un público lector ambicioso, además, las izquierdas ganaban cada vez mayor cantidad de adherentes. También influyó mucho que las editoriales europeas estimularan la publicación de estas obras que tanto interés de querer seguir con los cambios en Latino América después del ejemplo Cubano causaban en el público.
Esta será un referente en toda América Latina repercutiendo fuertemente en las ideas de emancipación Latinoamericanas del dominio estadounidense, es así como esta vislumbrará la problemática social Latinoamericana debido a todas las injusticias sociales existentes en Latinoamérica, existiendo ahora más que nunca un compromiso político por parte de estos autores.
Con el aumento de la represión militar en los años '70, vino también la perdida de credibilidad al régimen castrista y los ideales revolucionarios se vieron aminorados. Esto produjo que los escritores del Boom se centraran en sus Países de origen y profundizaran al respecto de temas históricos y en la figura del dictador.
Por causa del golpe de estado de 1973, José Donoso decide voluntariamente exiliarse a España. Una vez allá, se dio el tiempo para reflexionar y escribir sobre la situación política de Chile, destacando la novela “Casa de Campo” (1978).
Fuentes: http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3477.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Donoso
http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-94927.html
http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3434.html
http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-94918.html
Fuentes: http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3477.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Donoso
http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-94927.html
http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3434.html
http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-94918.html
Crítica: China
China es el primer cuento escrito por José Donoso, este fue publicado en 1954 por la Antología del nuevo cuento chileno y posteriormente incluido en sus Cuentos (1971). José Donoso fue un famoso escritor, profesor y periodista chileno perteneciente al llamado ”boom latinoamericano” de los años ‘60 y ‘70. Se le considera miembro de la llamada “Generación de los 50″ chilena, por lo que sus obras están caracterizadas por una común intención de denunciar, a través de la ficción novelesca, la decadencia de las clases aristocráticas y la alta burguesía. Además, José Donoso, tiene una visión de mundo realista, por lo que en sus obras trata de reflejar objetivamente los rasgos característicos de una época, los lugares, los tipos humanos, las causas y los efectos de un determinado hecho, etc.
El cuento narra la historia de un pequeño niño que recorre con su mamá una calle muy sucia y transitada, la cual su mamá compara con China, el niño estaba encantado con esa calle, los olores, los colores, la gente etc. Y él la llamó "China". Sin embargo, cuando volvió ya no la vio de la misma manera y, de esta forma, siempre que volvía a visitarla la veía cada vez más distinta a lo que él recordaba, como si hubiese perdido su encanto.
Este, sin duda, es un cuento que, a mí parecer, enamoraría a quien lo lea, ya que, a pesar de su brevedad, contiene un trasfondo, el cual le haría sentido a cualquier persona que tenga una infancia por la cual sentir nostalgia, e incluso a alguien que no cuente con una infancia así puede hacerle mucho sentido, ya que el autor, al usar el realismo, narra de tal forma que te transmite todas sus emociones y sensaciones. Puede causar nostalgia por la infancia en los lectores, puesto que el personaje del cuento al final no recuerda su infancia y bueno, el cuento en sí es eso: una infancia olvidada, una infancia llena de emociones y admiración que, al pasar del tiempo, va perdiendo todo el sentido; las cosas ya no tienen esa "magia" de la niñez, por el contrario, ya no provocan sensación alguna, no son nada más que cosas.
Por otro lado, considero que este cuento carece de aspectos negativos, ya que me encantó y me hizo mucho sentido de principio a fin, cada aspecto de su narración me pareció mágica y única. Eso sí, al comenzar a leer este cuento puede que, a algunos lectores, no les llame mucho la atención y decidan dejarlo de lado debido a las extensas descripciones que hace el autor, por lo cual recomendaría que, en vez de "rendirse", continúen leyendo y se den cuenta de lo hermoso que puede resultar este cuento.
Al comenzar a leer este cuento, me llamó mucho la atención la forma en que el autor describía las cosas, ya que me hacían "viajar" hasta el lugar en que se desarrollaba la historia. Al seguir leyendo, seguía con la sensación de estar viviendo yo misma todo lo que se narraba, por lo que, cuando finalicé mi lectura, me sentí con mucha nostalgia y ganas de continuar leyendo. Por esto mismo, recomendaría este cuento a todos los lectores que disfruten de las buenas narraciones, porque eso es lo que este cuento es: una excelente narración, llena de emociones y "magia".
José Donoso y otros autores pertenecientes al "boom"
De izquierda a derecha: Gabriel García Márquez, Jorge Edwards, Mario Vargas Llosa, José Donoso y Muñoz Suaz, en casa de Carmen Balcells, en Barcelona (1974). Fotografía de Diálogo con Vargas Llosa, por Ricardo A. Setti (Editorial Kosmos, 1988).
viernes, 28 de agosto de 2015
Vídeo
"José Donoso, escritor chileno, es un escritor alucinante que lo mismo escribe literatura con mucho realismo que obras fantásticas con la virtud de un thriller, porque una vez que se empieza a leer, no se puede dejar. Una excelente recomendación de Frank Loveland de Profética."
La puerta cerrada
Adela de Rengifo se quejaba frecuentemente de que a ella le habían tocado las peores calamidades de la vida: enviudar a los veinticinco años, ser pobre y verse obligada a trabajar para mantenerse con un poco de dignidad, y tener un hijito enfermizo, es decir, no enfermizo precisamente, sino que más bien enclenque, de esos niños que duermen el doble que los niños normales.
En realidad, desde que nació, Sebastián dormía muchísimo. Cerraba los ojos apenas su cabeza caía sobre la almohada bordada con tanto esmero por su madre, y ya, dentro de un segundo, estaba durmiendo como un ángel del cielo.
¡Es tan bueno y tan tranquilo el pobrecito! —decía Adela a sus compañeras de oficina—. Ni siquiera llora ni despierta de noche, como casi todos los niños.
Adela y Sebastián vivían en dos cuartos que no eran malos a pesar de que las ventanas se abrían sobre un patio interior muy estrecho, en el segundo piso de una pensión un poco húmeda y bastante oscura. Cuando Adela partía a la oficina, en la mañana, la señora Mechita, dueña de la pensión, quedaba encargada de cuidar a Sebastián. Pero como el niño era tan tranquilo casi no había necesidad de preocuparse de él, porque jamás molestaba con el bullicio y el recotín con que generalmente hacen la vida imposible los niños de cinco años. En cuanto la señora Mechita iniciaba los quehaceres domésticos matutinos, Sebastián se deslizaba hasta su propia habitación para tenderse en la cama y dormir a pierna suelta. La señora Mechita entraba a verlo, porque le daba “un no sé qué” que un niño de su edad prefiriera dormir a entretenerse con cosas más… bueno, más normales. Hasta que una tarde, decidiendo llamar la atención de Adela sobre esta peculiaridad de su hijo, la abordó como haciéndose la desentendida, y sin levantar la vista de la labor de crochet en que siempre tenía atareados sus dedos pecosos, le dijo:
¡Qué bueno para dormir está el niño, Adelita por Dios! ¿No andará enfermo?
Adela, como si entreviera una censura, respondió muy tiesa:
—¿Y qué tiene de particular que duerma si se le antoja?
—Bueno, era por decirle no más… —replicó la señora Mechita, y al alejarse endureció su quijada de mastín, reflexionando que las viudas jóvenes son demasiado nerviosas y que en el futuro se guardaría de acoger a otra en su casa. (...)
lunes, 24 de agosto de 2015
China
Por un lado el muro gris de la Universidad. Enfrente, la agitación maloliente de las cocinerías alterna con la tranquilidad de las tiendas de libros de segunda mano y con el bullicio de los establecimientos donde hombres sudorosos horman y planchan, entre estallidos de vapor. Más allá, hacia el fin de la primera cuadra, las casas retroceden y la acera se ensancha. Al caer la noche, es la parte más agitada de la calle. Todo un mundo se arremolina en torno a los puestos de fruta. Las naranjas de tez áspera y las verdes manzanas, pulidas y duras como el esmalte, cambian de color bajo los letreros de neón, rojos y azules. Abismos de oscuridad o de luz caen entre los rostros que se aglomeran alrededor del charlatán vociferante, engalanado con una serpiente viva. En invierno, raídas bufandas escarlatas embozan los rostros, revelando sólo el brillo torvo o confiado, perspicaz o bovino, que en los ojos señala a cada ser distinto. Uno que otro tranvía avanza por la angosta calzada, agitando todo con su estruendosa senectud mecánica. En un balcón de segundo piso aparece una mujer gruesa envuelta en un batón listado. Sopla sobre un brasero, y las chispas vuelan como la cola de un cometa. Por unos instantes, el rostro de la mujer es claro y caliente y absorto.
Como todas las calles, ésta también es pública. Para mí, sin embargo, no siempre lo fue. Por largos años mantuve el convencimiento de que yo era el único ser extraño que tenía derecho a aventurarse entre sus luces y sus sombras. (...)
Cuento completo: http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/donoso/china.htm
Vídeo
José Donoso cuenta en entrevista la anécdota existencial que involucró para él la creación de su grandiosa obra, el obsceno pájaro de la noche.
Biografía: José Donoso
(Santiago de Chile, 1924 - Santiago de Chile, 1996)
José Donoso fue un famoso escritor, profesor y periodista chileno perteneciente al llamado ”boom latinoamericano” de los años ‘60 y ‘70. Se le considera miembro de la llamada “Generación de los 50″ chilena, caracterizada por una común intención de denunciar, a través de la ficción novelesca, la decadencia de las clases aristocráticas y la alta burguesía.
Influenciado por la literatura anglosajona contemporánea, sus primera publicaciones fueron relatos, hasta que en 1957 apareció su primera novela, coronación. En 1966 publicó El lugar sin límites, y en 1970 se consolidó como escritor experimental e innovador con El obsceno pájaro de la noche, su novela más aplaudida por la crítica.
Estudió en la Universidad de Chile y posteriormente se ganó una beca para estudiar en la Universidad de Princeton -Inglaterra-, experiencia tras la cual publicó sus dos primeros cuentos en lengua inglesa: The blue woman y The poisoned pastries (entre 1950 y 1951). Procedente de una familia acomodada, durante su juventud trabajó no obstante como obrero y oficinista, mucho antes de desarrollar su actividad literaria y docente.
Entre 1967 y 1981 vivió en España, coincidiendo con el momento en que su obra entró a formar parte del llamado boom latinoamericano. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura en Chile (1990), el Premio de la Crítica en España, y también otros reconocimientos en Italia y Francia, países que figuran en la larga lista de los diecisiete idiomas a los que ha sido traducida su obra. En 1981, regresó a Chile y dirigió allí un importante taller literario en torno al que surgió la llamada “nueva narrativa chilena” de finales del siglo.
Su vida estuvo marcada por un cierto espíritu aventurero que le llevó, después de su estancia en tierras norteamericanas, a las más australes de la Patagonia, donde se puso a trabajar de peón en una hacienda, o hasta Buenos Aires, donde cargaba y descargaba en el puerto. Entretanto, colaboraba en publicaciones literarias, en semanarios como Ercilla y en distintos periódicos.
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